En la actualidad hay una toma de conciencia de la importancia de los derechos humanos, es un signo de los tiempos que nos hace ver con optimismo el futuro del mundo; pero debemos ser realistas, pues el egoísmo y los intereses humanos siguen sembrando desolación y muerte, con el pretexto de "limpieza étnica", superioridad tribal, o, entre nosotros, enemigos del partido, comunistas, integrantes de maras, ebrios consuetudinarios, etc., meros infundios para eliminar al adversario político. Nuestro país que acaba de salir de una guerra, que fue la violación masiva de los derechos humanos, no debe olvidar ese pasado, pero debe cultivar en sus hijos la cultura de la vida, de la hermandad, de la igualdad, de la solidaridad, etc., visto todo con los ojos luminosos de la fe. Creo que el manual iluistrado de derechos humanos será un instrumento valioso en el conocimiento y aprecio de la dignidad de las personas y contribuirá notablemente en la cimentación de la paz social y en la construcción de la civilización de amor

Oficina de Tutela Legal del Arzobispado 1994 1994